Encadenado
Con los pies del techo encadenado
abiertas las piernas
así todo a ella entregado
la cabeza del suelo a un palmo
los brazos al cuerpo pegados.
Ingrávido ahí colgado
todo mi cuerpo a ella entregado
ningún rincón se ha librado
nada se ha quedado a salvo.
Silba en el aire el látigo
retruena sin haberme dado
escalofríos mi cuerpo recorren
otro retrueno a mi lado
el aire cerca de mi ha pasado.
Otro silbido sin retrueno
más sí en mis carnes ha llegado
retorcer mi cuerpo ha logrado
pues en mis carnes ha entrado.
Uno tras otro sin compasión
mis carnes van abriendo
de vez en cuando unos dulces dedos
esas marcas acariciando.
Leve respiro con la caricia
en su rostro ese placer
ese que se le nota
cuando se te ve retorcer.
Silbar el aire otra vez
por todo el cuerpo se va posando
sobre la piel dibujando
esas marcas que acaricia.
Piernas, muslos , espalda,
todo bien marcado
el dolor de mis retuerzos
en esa piel pintado.
Sus pies bajo mi cabeza veo
pies que a mis labios se acercan
pie que en mi boca entra
hasta que sin respirar me deja.
Esos pies de ella,
esos que tanto quiero
sin aire me están dejando
con mi lengua los voy lamiendo.
Uno tras otro
de mi ama son ellos
bien limpios los dejo
dando las gracias por ello.
Poco a poco al suelo voy bajando
mi sangre de nuevo circulando
más en el suelo me quedo
a sus pies sólo veo
ese es mi puesto.
Bellafea
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